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Chantajista, manipulador y extorsionista: Para sacar dinero a otras personas bajo presión y otros métodos de mala fe

El chantaje emocional es una forma inadecuada, irrespetuosa y agresiva de comunicación, donde se suele expresar una petición de cambio, solicitar ayuda o simplemente expresar disconformidad y queja, con un objetivo claro de conseguir lo que uno o una quiere, sin tener en cuenta los deseos de la otra persona.

El eje del chantaje emocional está en generar culpa, malestar en el receptor o la receptora y llevar a cabo una conducta de control sobre la otra persona, generando obligación y miedo.

Es habitual asociar el chantaje emocional con la manipulación, ya que es una práctica destinada a influir la voluntad de la otra persona, con el fin de conseguir que actúe como uno quiere y no como desea realmente.

En ocasiones, esta manipulación es muy sutil y sucede sin darnos cuenta, o cuando somos conscientes de ella ya hemos modificado nuestro comportamiento. Por ello, es muy importante estar atentos, estar conectados en el presente, ser conscientes de lo que está ocurriendo en cada momento, de lo que decimos, de lo que hacemos, de lo que queremos hacer; y más con aquellas personas con tendencia al chantaje y la manipulación.

El o la chantajista emocional no siempre es consciente de lo que hace, en ocasiones actúa de forma voluntaria con un fin concreto, pero otras muchas es involuntario.

Es habitual tener en nuestras consultas de psicología a pacientes que tienden a la manipulación y sufren por ello, no se sienten satisfechos o satisfechas con su comportamiento pero no saben cómo cambiarlo, como modificarlo. Estas personas no dejan de ser víctimas de sus patrones de comportamiento que afortunadamente, sí se pueden modificar.

¿Por qué el o la chantajista emocional actúa de esa manera?

El o la chantajista emocional se comporta de una manera u otra dependiendo del ambiente, del entorno y de la persona o personas que tenga delante.

Influyen sus características de personalidad. Con frecuencia, el o la chantajista emocional tiene un estilo de comunicación agresivo, carece de asertividad y empatía al no respetar los derechos de sus allegados. Suelen ser personas con dificultades emocionales (en ocasiones desórdenes y patologías como los trastornos de personalidad), dificultades personales (inseguridades, fragilidad, baja autoestima, insatisfacción personal, celos, miedo al abandono, temor a la soledad, dependencia…) y necesidades muy acusadas (necesidad de atención, de cariño y afecto, de ganar y conseguir un logro para sentirse bien, para sentirse superiores en comparación con los demás, y viven las relaciones personales, a veces, como una competición o como una amenaza).

Es frecuente encontrarnos a chantajistas emocionales que han aprendido a actuar así desde un modelo aprendido en la infancia, de sus padres, hermanos, familia o del entorno más próximo. Normalizan ciertos comportamientos, sin plantearse siquiera que quizás son inadecuados o podrían vulneran los derechos de los demás.

Muchos o muchas tuvieron experiencias tempranas de manipulación, donde les motivaban a efectuar un cambio en su comportamiento a través de sentimientos de culpabilidad, obligación, responsabilidad o temor a represalias:

“Te dejo ser mi amigo si me regalas ese cómic”. “Te invito a la fiesta de mi cumpleaños si no te chivas a la profesora”. “Si fueras un buen hermano me dejarías la habitación más grande”

El o la chantajista emocional, en un porcentaje muy alto de las situaciones, consigue lo que quiere, utiliza la agresión verbal, el miedo, el temor o la culpa, como estrategias para hacer sentir vulnerabilidad o debilidad en la otra persona y provocar que ceda o sienta malestar si no hace lo que desea.

Al obtener una recompensa, aprenden que ese estilo de comunicación y actuación les beneficia, les compensa y en consecuencia vuelven a repetirlo, es lo que llamamos en Psicología, refuerzo.

Todos y todas podemos ser “víctimas”, pero aquellas personas con más dificultad a la hora de hacerse respetar, aquellas que tienden a un estilo de comunicación pasivo, con baja autoestima o inseguridades, son más sensibles a sufrir esta forma de abusos.

Es importante saber que hay diferentes grados de manipulación. Nos podemos encontrar chantajistas que emplean “sus armas” con todo su entorno, o aquellos que sólo las utilizan en alguna área específica de su vida o dependiendo de cómo se encuentren emocionalmente. Es por ello que podemos conocer chantajistas que no siempre se comportan de esa manera.

Resulta bastante complicado detectar a un chantajista emocional, ya que no cumplen un único perfil, pero sí pueden presentar determinadas características comunes:

  1. Son observadores y analíticos, presentan una alta capacidad para identificar las emociones de las otras personas, su vulnerabilidad, debilidad e inseguridad, y saber con quiénes pueden actuar.
  2. Tienen una tendencia a las reacciones agresivas e impaciencia a la hora de conseguir lo que se proponen.
  3. Tienden a las amenazas cuando no consiguen lo que quieren.
  4. Responsabilizan a los demás de sus reacciones emocionales y de las consecuencias de las mismas.
  5. Presentan dificultad para respetar los derechos de las otras personas, no aceptan un no por respuesta y toleran mal las críticas.
  6. Tienen la capacidad de conseguir que los demás hagan o realicen cosas sin apenas darse cuenta de la manipulación.
  7. La relación con estas personas es complicada, suelen generar miedo, angustia, culpabilidad o tristeza.
  8. Tienden a ignorar o no darle importancia a lo que los demás sienten y desean.

Cumplir con todas o algunas de las características que he expuesto, no significa que una persona sea un manipulador o una manipuladora.

El objetivo de esta lista, al igual que de este artículo, es ofrecer información para identificar y detectar estos estilos de conducta, que no benefician ni a quien los recibe ni a quien los infringe. Es importante ser prudentes con los juicios, etiquetas e interpretaciones.

3 tipos de chantaje emocional en función de la estrategia de manipulación

  1. Estrategia de la culpa. Muy utilizada en nuestra comunicación, es la más sutil y es el tipo de chantaje que puede pasar más desapercibido:
    • Con todo lo que he hecho por ti.
    • No puedes dejarme así, estoy sola, ¿no te das cuenta que estoy mal?.
    • Nunca me hubiera imaginado que irías a actuar así, me estás decepcionando, tú verás lo que haces.
  2. Estrategia de la agresión. Es la más directa, utiliza el castigo y el objetivo es generar miedo:
    • Si no haces lo que te pido me voy.
    • Como sigas con esta actitud rompo la relación
    • Si no me ayudas…
  3. Estrategia de hacer regalos. Es la más difícil de detectar, se utilizan los regalos y las promesas para conseguir el objetivo, premiando o diciendo que se va a premiar, en el caso de que se haga lo que el o la chantajista quiere.
    • Si me acompañas al concierto te acompaño al médico.
    • Si sigues conmigo te prometo regalarte todo lo que quieras.
    • Si vienes conmigo a ese viaje de empresa te prometo que voy al médico a hacerme las pruebas de fertilidad.

Es habitual que el o la chantajista emocional actúe en los entornos más cercanos, donde el vínculo personal es más fuerte, ya que en ellos tiene más “recursos” para ejercer la manipulación.

Podemos diferenciar varios tipos de chantaje emocional dependiendo del vínculo afectivo.

  1. Chantaje emocional de las madres y padres hacia sus hijos:
    • Como sigas así enfermaré.
    • Estás terminando con mi vida.
    • No sé porque disfrutas haciéndome daño.
  2. Chantaje emocional de los padres hacia los hijos en las separaciones:
    • Con todo lo que te quiero y eliges ir con tu madre (o padre) de vacaciones.
    • No sabes el daño que me estáis haciendo, siento que no me quieres.
    • Dile que quieres quedarte más días conmigo y así podemos ir a la playa.

Cómo liberarse, cómo afrontar y cómo actuar ante el chantaje emocional

El chantaje emocional, una forma sutil pero poderosa de manipulación, puede afectar profundamente la calidad de nuestras relaciones y nuestra salud emocional. Reconocer sus sutilezas y aprender a enfrentarlo es crucial para promover relaciones más saludables y auténticas. En este artículo, exploraremos cómo identificar sus señales, ya que puede manifestarse de diversas maneras, y las estrategias efectivas para contrarrestarlo.

¿Qué es el chantaje emocional?

El chantaje emocional es una forma de manipulación psicológica donde una persona intenta influir en otra utilizando tácticas de culpa, miedo o intimidación. En esta dinámica, el chantajista emplea mensajes emocionalmente cargados para controlar o coaccionar a la víctima, haciéndola sentir responsable, asustada o culpable si no cumple con sus demandas o expectativas. A menudo, también utiliza su conocimiento íntimo de la víctima, incluyendo sus debilidades y temores, para ejercer poder y control sobre ella.

Una característica clave de esta manipulación es la creación de un desequilibrio de poder en la relación. El chantajista busca imponer su voluntad para satisfacer sus propias necesidades o deseos, sin considerar genuinamente el bienestar de la otra persona. Las víctimas pueden experimentar una amplia gama de emociones negativas, como ansiedad, baja autoestima y una sensación de estar atrapadas.

Signos de chantaje emocional

Puede ser difícil de identificar, pero conocer los signos del chantaje emocional es crucial para proteger nuestra salud mental y bienestar en las relaciones. Desde la victimización hasta el silencio punitivo, las señales pueden variar, pero todos tienen un impacto negativo en las relaciones y en la autoestima de la persona afectada.

Uso de la culpa

El manipulador hace que la víctima se sienta responsable por sus emociones o situaciones adversas. Este sentimiento de culpa se utiliza como una palanca para forzar a la víctima a cumplir con sus demandas.

Intimidación y amenazas

El chantajista puede recurrir a amenazas directas o veladas para conseguir lo que quiere. Estas amenazas pueden ir desde consecuencias emocionales hasta acciones más tangibles, creando un ambiente de miedo.

Manipulación de sentimientos

A través de una comprensión profunda de la víctima, con el chantaje emocional en pareja se manipulan sentimientos para lograr la respuesta deseada. Esto puede incluir elogios cuando la víctima cumple sus deseos, o críticas y desaprobación cuando no.

Victimización del chantajista

En algunos casos, el manipulador se presenta a sí mismo como la víctima, buscando simpatía y justificando sus demandas. Esto puede hacer que la verdadera víctima sienta que tiene la responsabilidad de «arreglar» la situación.

Silencio o retirada afectiva

El manipulador puede usar el silencio o la retirada emocional como castigo o presión. Este comportamiento crea una sensación de inseguridad en la víctima, que puede sentirse obligada a restablecer el afecto o la atención.

Cambio de roles

El chantajista frecuentemente hace que la víctima se sienta responsable de su felicidad y bienestar, creando una dinámica en la que la víctima se siente obligada a complacer constantemente para mantener la paz o el equilibrio en la relación.

¿Por qué el chantajista emocional actúa así?

Las razones por las que alguien se convierte en chantajista emocional pueden variar. Sin embargo, hay factores que pueden contribuir a este tipo de comportamiento, si bien no lo justifican. Comprender por qué alguien actúa de esta manera puede ser útil, pero no exime al manipulador de la responsabilidad de sus acciones.

Problemas de autoestima y control

Estas personas a menudo tienen problemas de autoestima y buscan controlar a otros para sentirse seguros y poderosos. Al manipular las emociones de otros, encuentran una forma distorsionada de afirmar su propia valía.

Miedo a la vulnerabilidad

Puede ser un mecanismo de defensa para evitar la vulnerabilidad. Al controlar a otros, el chantajista busca ejercer control sobre los demás, manipulando sus emociones y decisiones, e intentando así protegerse de ser herido o rechazado.

Patrones conductuales nocivos

Algunas personas aprenden comportamientos de chantaje emocional en pareja de sus entornos familiares o sociales. Si crecieron viendo este tipo de dinámicas, pueden replicarlas en sus propias relaciones sin darse cuenta de su toxicidad.

Necesidad de dependencia

Pueden depender de la relación más de lo que admiten, y esa dependencia se manifiesta en su necesidad de mantener un control constante sobre la otra persona, utilizando la manipulación emocional como herramienta principal.

Falta de habilidades

Algunas personas recurren a la manipulación emocional en la pareja porque carecen de las habilidades necesarias para comunicarse y resolver conflictos. No saben cómo expresar sus necesidades o miedos de manera abierta y constructiva.

Trastornos de la personalidad

En algunos casos, el chantaje emocional puede estar relacionado con trastornos de la personalidad, como el trastorno narcisista o el trastorno límite de la personalidad, donde la manipulación y el control son características comunes.

Cómo combatir el chantaje emocional

Afrontar el chantaje emocional requiere reconocimiento, firmeza y, a menudo, asistencia externa. Es un proceso que puede requerir tiempo y esfuerzo, pero recuperar el control sobre tus emociones y decisiones es un paso crucial hacia una vida más saludable y feliz. Aquí hay algunos pasos clave para manejar esta situación:

Establecer límites claros

Una vez que identificas la manipulación, comunica de manera firme pero respetuosa tus necesidades y expectativas. Establecer límites ayuda a protegerte emocionalmente y fomenta relaciones más equitativas.

Desarrollar la autoestima

Trabaja en fortalecer tu confianza y autoimagen. Reconoce y valora tus logros, habilidades y cualidades positivas. Cuanto más fuerte sea tu autoestima, más resistente serás al chantaje emocional.

Buscar apoyo

No enfrentes ninguno de los ejemplos de chantaje emocional antes vistos solo. Busca apoyo de amigos, familiares o profesionales como terapeutas. Compartir tus experiencias puede proporcionarte perspectivas valiosas y el respaldo necesario.

Desarrollar la empatía

A veces, las personas recurren a estas tácticas debido a sus propias inseguridades o dificultades emocionales. Aunque esto no justifica su comportamiento, comprender sus motivaciones puede ayudarte a lidiar con la situación.

Comunicación asertiva

Practica la comunicación asertiva al expresar tus sentimientos y necesidades de manera clara y directa. Evita caer en la manipulación y mantén el enfoque en tus límites y derechos. La asertividad permite defender tus derechos sin dañar la relación.

Priorizar tu bienestar

Recuerda que tu bienestar emocional es una prioridad. Si el chantaje  persiste y afecta tu calidad de vida, considera la posibilidad de alejarte de la situación o buscar ayuda profesional. A veces, poner fin a una relación tóxica es el paso más saludable.

Ya sabes qué es el chantaje emocional y que puede erosionar las relaciones y el bienestar emocional. Identificar y comprender sus signos es el primer paso crítico para enfrentarlo. Si te encuentras en esta situación, recuerda quetienes derecho a establecer límites y buscar apoyo. Las relaciones saludables se basan en el respeto mutuo y la comunicación abierta, no en la manipulación y el control.

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