TIRALE UN VISTAZO “PAN CON LECHE”

Escrito por Tabaré Peńa.
La lidia de gallos, traída de la mano por los españoles a estas tierras, despuntó rápidamente en la nueva tierra, en República Dominicana, hasta 1900 fue el único deporte nacional y junto a la política, las principales actividades a la que los dominicanos dedicaban su tiempo de ocio.

La lidia en si es un juego de azar si solo se ve el final, la justa entre dos de estas aves en la gallera.
Pero vista desde el origen, es más que eso, la selección genética de los progenitores, empollar los huevos, seleccionar la reserva para preservar la estirpe, la preparación física de los ejemplares, el cuidado de las crías, etc. estaríamos frente a un hobby absorbente, que proporciona empleo a un ejército de personas (veterinarios, encastadores, traberos, armadores, soltadores, ayudantes, jueces de valla, dueños de expendios de bebida y comida, etc.)

Los ejemplares, son bautizados con un nombre y bajo el cultivan fama (positiva o negativa) según su desempeño, algunos han sido inmortalizados como protagonistas de algunos merengues.
Pan con leche, fue un ejemplar famoso en toda la región noroeste.
Reunía todas las condiciones deseables en un ejemplar, de porte gallardo, hermoso plumaje, orden de pleito impecable.
Enfrentó a 8 contendores y todas las peleas las perdió.

No obstante, sus fanáticos le tributaban aplausos en cada uno de los lances.
Karl Marx, escribió “el azar tiene categoría de verdad histórica” personalmente estoy convencido de la certeza de esta máxima.
La convención del PLD del pasado domingo dio apertura (extemporánea) a la campaña política en el país.
Este hecho trajo a mi memoria el recuerdo de pan con leche, combatiente que nunca alcanzó la victoria, perdedor sin discusión en todas las veces que combatió, pero que sus fanáticos aceptaban conforme la derrota.
Tras la larga noche de la dictadura, en 1961 la política volvió por sus fueros y asumió su rol protagónico en el país.
Haciendo un símil entre lidias de gallos y política se impone la pregunta
¿conoce usted algún político en el amplio espectro de la galería nacional, provincial y municipal, que como pan con leche, aspiran al triunfo y nunca lo logran?
Conozco algunos aspirantes eternos a cargos públicos que cada 4 años concurren como candidatos, pero nunca alcanzan la victoria, aun así, sus fanáticos no los abandonan.
¡Cualquier parecido a un aspirante de Montecristi es pura casualidad!.