Salud

Todo lo que necesitas saber sobre la hemartrosis

La hemartrosis es una afección que se presenta como resultado de la hemorragia en una cavidad articular.

Una articulación que tiene hemartrosis recurrente (episodios de hemorragia) es conocida como articulación objetivo, lo que usualmente significa que han ocurrido aproximadamente cuatro hemorragias distintas en la misma articulación en un período de 6 meses. Sin embargo, una articulación objetivo también puede ser ocasionada por una hemorragia grave.

Las articulaciones más comúnmente afectadas son las de las rodillas, tobillos y codos, aunque también puede ocurrir en la cadera, hombros y muñecas.

La hemorragia articular es una complicación común de la hemofilia: un trastorno genético que aparece cuando una proteína de coagulación, conocida como factor VIII o IX está defectuoso o falta.

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Durante períodos prolongados, la hemorragia excesiva puede causar daños permanentes en las articulaciones de una persona, lo que provoca que se reduzca el movimiento y, algunas veces, discapacidad permanente.

La gravedad y frecuencia de la hemorragia determinará la posibilidad de una persona de desarrollar daño permanente.

Algunas veces, una hemorragia en el espacio de la articulación, y la presión causada por la sangre llenando el espacio, puede causar dolor severo, inflamación y deformidad.

El daño causado por la hemorragia de la articulación es similar al de la artritis.

Cuando ocurre una hemorragia en la articulación, esta afecta el cartílago que rodea el hueso. El cartílago evita que dos huesos que se conectan dentro de una articulación froten entre sí cuando se mueven.

La hemorragia en la articulación destruye el cartílago, lo que erosiona y causa perforación. El cartílago evita que dos huesos que se conectan dentro de una articulación se froten entre sí cuando se mueven. Con el tiempo, esto causará limitación en el movimiento de la articulación de una persona.

Síntomas

Los síntomas tempranos de que alguien tiene hemorragia en una articulación que causa hemartrosis incluyen:

  • calor en la articulación
  • inflamación de la articulación
  • hormigueo en la articulación
  • un bebé con una articulación con hemorragia puede estar irritable o llorar sin un motivo que el padre pueda determinar

Con el tiempo, los síntomas pueden volverse más graves e incluir:

  • la piel sobre la articulación se siente caliente
  • hinchazón
  • rigidez
  • dolor
  • pérdida de movimiento
  • incomodidad
  • los niños pequeños pueden rehusarse a estirar, usar o poner peso en su extremidad afectada

El tratamiento para la hemartrosis depende de la causa subyacente del daño de la articulación y también cuán severo es el daño.

Si otra afección médica causa el problema, entonces, el médico deberá diagnosticarla y tratarla por separado.

Los médicos pueden tratar la hemartrosis, el dolor y la falta de movimiento relacionado con el daño a la articulación con cirugía.

Si una persona tiene hemofilia, deberá hablar de todas las opciones de la cirugía detenidamente con un médico especialista en sangre (hematólogo) antes de someterse a cualquier cirugía.

Sin embargo, la mayoría de las personas con hemofilia reciben la terapia de factor de reemplazo — un medicamento para reemplazar la proteína de coagulación defectuosa o faltante — lo que, en primer lugar, debería evitar que ocurra la hemartrosis.

Existen dos tipos principales de cirugía para tratar la hemartrosis.

Sinovectomía

Este procedimiento involucra la renovación de la membrana sinovial, que recubre una articulación. Esta membrana sinovial ayuda a lubricar la articulación y también a eliminar cualquier líquido y restos de la articulación.

La membrana sinovial también contiene vasos sanguíneos, que son la causa principal de cualquier hemorragia. Eliminar este recubrimiento detiene los ciclos de sangrados.

Una sinovectomía no mejorará la articulación al 100 por ciento, pero ayudará a aliviar el dolor y a mejorar el movimiento.

Hay tres tipos de sinovectomía:

  • Radioactiva: Un médico inyecta un líquido radioactivo en la articulación.
  • Artroscópica: Un cirujano realiza pequeñas incisiones en la articulación y elimina la membrana sinovial, usando una pequeña cámara para precisión.
  • Abierta: Una cirugía completa involucra abrir la articulación por completo para extirpar la membrana sinovial.

Reemplazo de articulación

Los cirujanos usualmente solo realizan la cirugía de reemplazo de articulación en las personas que tienen dolor crónico a largo plazo que afecta su vida diaria. Durante este procedimiento, el cirujano extirpa por completo la articulación y el hueso dañados, y los reemplaza con componentes plásticos y de metal.

Los cirujanos realizan este procedimiento con más frecuencia en personas con problemas en la articulación de la rodilla y la cadera. Después de la cirugía y la fisioterapia, una persona que se ha sometido a un reemplazo de articulación ya no debería sentir dolor, y debería experimentar mejoras en el movimiento.

El 90 por ciento de los reemplazos de articulación duran 10 años.

Otros tipos de cirugías como tratamiento para el dolor de articulaciones incluyen:

  • Queilectomía: eliminación de los pequeños crecimientos óseos en la articulación
  • Artrodesis: fusión de la articulación
  • Osteotomía: eliminación de un pedazo de hueso en la pierna para fortalecerla y reducir el dolor

Terapia física

Como una alternativa a la cirugía, o después de la cirugía para la hemartrosis, una persona necesitará realizar fisioterapia.

Existen varias razones para esto:

  • reducir la inflamación y el dolor
  • aumentar el rango de movimiento y fortalecer los músculos alrededor de la articulación
  • mejorar la función general
  • aprender cómo evitar el movimiento doloroso

Cambios en el estilo de vida

También existen algunos cambios en el estilo de vida que las personas pueden probar por sí mismas para tratar de prevenir y ayudar a aliviar los síntomas de la hemartrosis:

  • hacer ejercicios que protejan las articulaciones y fortalezcan los músculos
  • perder peso, si tienes sobrepeso
  • evitar las actividades que podrían causar una hemorragia

El tratamiento para la hemartrosis depende de la causa subyacente del daño de la articulación y también cuán severo es el daño.

Si otra afección médica causa el problema, entonces, el médico deberá diagnosticarla y tratarla por separado.

Los médicos pueden tratar la hemartrosis, el dolor y la falta de movimiento relacionado con el daño a la articulación con cirugía.

Si una persona tiene hemofilia, deberá hablar de todas las opciones de la cirugía detenidamente con un médico especialista en sangre (hematólogo) antes de someterse a cualquier cirugía.

Sin embargo, la mayoría de las personas con hemofilia reciben la terapia de factor de reemplazo — un medicamento para reemplazar la proteína de coagulación defectuosa o faltante — lo que, en primer lugar, debería evitar que ocurra la hemartrosis.

Existen dos tipos principales de cirugía para tratar la hemartrosis.

Sinovectomía

Este procedimiento involucra la renovación de la membrana sinovial, que recubre una articulación. Esta membrana sinovial ayuda a lubricar la articulación y también a eliminar cualquier líquido y restos de la articulación.

La membrana sinovial también contiene vasos sanguíneos, que son la causa principal de cualquier hemorragia. Eliminar este recubrimiento detiene los ciclos de sangrados.

Una sinovectomía no mejorará la articulación al 100 por ciento, pero ayudará a aliviar el dolor y a mejorar el movimiento.

Hay tres tipos de sinovectomía:

  • Radioactiva: Un médico inyecta un líquido radioactivo en la articulación.
  • Artroscópica: Un cirujano realiza pequeñas incisiones en la articulación y elimina la membrana sinovial, usando una pequeña cámara para precisión.
  • Abierta: Una cirugía completa involucra abrir la articulación por completo para extirpar la membrana sinovial.

Reemplazo de articulación

Los cirujanos usualmente solo realizan la cirugía de reemplazo de articulación en las personas que tienen dolor crónico a largo plazo que afecta su vida diaria. Durante este procedimiento, el cirujano extirpa por completo la articulación y el hueso dañados, y los reemplaza con componentes plásticos y de metal.

Los cirujanos realizan este procedimiento con más frecuencia en personas con problemas en la articulación de la rodilla y la cadera. Después de la cirugía y la fisioterapia, una persona que se ha sometido a un reemplazo de articulación ya no debería sentir dolor, y debería experimentar mejoras en el movimiento.

El 90 por ciento de los reemplazos de articulación duran 10 años.

Otros tipos de cirugías como tratamiento para el dolor de articulaciones incluyen:

  • Queilectomía: eliminación de los pequeños crecimientos óseos en la articulación
  • Artrodesis: fusión de la articulación
  • Osteotomía: eliminación de un pedazo de hueso en la pierna para fortalecerla y reducir el dolor

Terapia física

Como una alternativa a la cirugía, o después de la cirugía para la hemartrosis, una persona necesitará realizar fisioterapia.

Existen varias razones para esto:

  • reducir la inflamación y el dolor
  • aumentar el rango de movimiento y fortalecer los músculos alrededor de la articulación
  • mejorar la función general
  • aprender cómo evitar el movimiento doloroso

Cambios en el estilo de vida

También existen algunos cambios en el estilo de vida que las personas pueden probar por sí mismas para tratar de prevenir y ayudar a aliviar los síntomas de la hemartrosis:

  • hacer ejercicios que protejan las articulaciones y fortalezcan los músculos
  • perder peso, si tienes sobrepeso
  • evitar las actividades que podrían causar una hemorragia
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